jueves, 18 de enero de 2018

Bicicleta engullida por un árbol

Dos explicaciones acompañan a estas fotos de una bicicleta engullida por un árbol. 




La primera, en 1914 un joven la abandonó en la isla de Vashon(EEUU) al tener que ir apresuradamente a combatir en la Primera Guerra Mundial, donde murió. Casualmente, la dejó sobre un árbol que empezaba a crecer y poco a poco la fue “engullendo” literalmente hasta formar parte de su estructura. 



Y la segunda y real, y no menos sorprendente, es que en 1954 Helen Puz después de enviudar se trasladó a la isla de Vashon (EEUU) con sus cinco hijos. Sus vecinos generosamente regalaron a la familia una bicicleta de chica para su hijo Don, de ocho años de edad. El niño no estaba contento con esa bicicleta, pero jugaba con ella en los alrededores de un restaurante llamado The Den (actualmente FoodSound).Un día Don le contó a su madre que había perdido la bicicleta y la madre decidió dejarlo pasar porque conocía la vergüenza que sentía su hijo cuando paseaba con ella. Cuarenta años más tarde Helen Puz, leyó en el periódico de Vashon, el Beachcomber, que habían encontrado una bicicleta incrustada en un árbol, a un metro y medio del suelo en las proximidades del restaurante FoodSound. Al ver la fotografía reconoció al instante la bicicleta de su hijo.

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