domingo, 12 de febrero de 2023

Casi un tornado

 Hace aproximadamente un año el jefe me llamó a la oficina. Me dijo:

-Borga, ¿por qué llegó tarde?
-Vengo en bicicleta. Tenía viento en contra. No podía avanzar.
-Eso a mí no me importa. La próxima vez que llegue tarde lo echo a la mierda.
A partir de ese día salgo fuera de mi casa una hora antes para ver de qué lado sopla el viento. Mis compañeros hacen lo mismo. Nadie llega tarde.
Una mañana, un viento muy fuerte, casi un tornado, sopló a favor nuestro.
Ese día tomamos la fábrica.

-Gustavo Borga, argentino, nacido en 1960-





miércoles, 8 de febrero de 2023

Julián Berrendero, “El negro de los ojos azules”

Ciclista español que nació el 8 abril de 1912 en San Agustín del Guadalix y falleció el 1 agosto de 1995 en Madrid.

Profesional entre 1935 y 1949, período en el que logró 79 victorias entre las que destacan dos triunfos absolutos y once victorias de etapa obtenidas en la Vuelta a España, la etapa y la clasificación de la montaña lograda en el Tour de Francia, y tres triunfos en el Campeonato de España de ciclismo en ruta.

Tras probar varios trabajos se hizo electricista. Tenía que dar largas caminatas hasta la tienda y lo solucionó con una bici. Tenía 18 años cuando montó por primera vez. En unos meses ya empezó a competir con una camisa, alpargatas y calzoncillos como vestimenta. A los 22 años sufrió una crisis y vendió la bici. Estaba harto de las putadas que le gastaban los veteranos. Pero no aguantó, seis meses después encargó una bicicleta a medida y se impuso un duro plan de entrenamientos que incluía pasar una noche en blanco a la semana.
Un año más tarde (1936) estaba en el Tour y ganó el Premio de la Montaña en lucha con Ezquerra, con el que se paró en varias cimas a beber una cerveza mientras llegaban los demás.





Durante los años que duró la Guerra Civil Española, Berrendero residió en Francia, se instaló cerca de Pau y estuvo compitiendo en el equipo francés France-Sport con multitud de triunfos en carreras de un día.
Cuando volvió a España, porque echaba de menos a la familia, al cruzar la frontera y con su pasaporte sellado por el anterior Gobierno, le detuvieron y le mandaron a un campo de concentración en Burgos, luego a otro en Torrelavega y luego a otro de Rota, desde donde le enviaron al de Cádiz. Allí tuvo la suerte de ser reconocido por el capitán José Llona, un antiguo ciclista de Bilbao que antaño había corrido con él. Éste le protegió, consiguiéndole un destino en un economato en Madrid y facilitándole que pudiera volver a entrenar en bicicleta. De esta forma, Julián Berrendero volvió a tomar contacto con el ciclismo en 1941. Lo hizo en la Subida a Aránzazu, su primera carrera en dieciocho meses, que además ganó. Desde entonces y hasta la fecha de su retirada, en 1949, Julián Berrendero ganó otras sesenta y dos carreras. Entre ellas se cuentan dos Vueltas a España (1941 y 1942)
En 1948 pudo haber ganado su tercera Vuelta a España, carrera en la que marchaba de líder hasta que abandonó al paso por Astorga, cuando un motorista de la carrera le comunicó que su padre acababa de fallecer.

Tal era su afición al ciclismo que creó un taller de bicicletas con su buen amigo Macario Llorente en el kilómetro 8 de la carretera de Francia, donde hoy día se erige la Residencia Sanitaria "La Paz" (Madrid).
Poco después se asoció con Manuel Real y fundaron la tienda de bicicletas "Berrendero y Real", que todavía hoy existe con el nombre de "Bicicletas Berrendero", que pasó a manos de su sobrino Juan Berrendero y que se encuentra en la actualidad en la Glorieta General Álvarez de Castro en Madrid.