lunes, 1 de agosto de 2022

Ibón de Plan o Basa de la Mora

Hoy toca rutón, como siempre que el terreno discurre por el Pirineo. En esta ocasión, aprovechando mi estancia en el Valle de Pineta, madrugo un poco y me acerco en coche hasta Saravillo. 

 


Dejo el coche en el parquin que hay junto a las escuelas y el Ayuntamiento. Desde ahí mismo parte la pista que lleva al ibón de Plan o Basa de la Mora. Decir que se puede subir en coche particular previo pago de un ticket de 3 euros, que se saca en la máquina que hay allí mismo, así que cuidado con la circulación que podamos encontrarnos sobre todo en verano. 

 


Se comienza por una pista asfaltada que poco a poco pasa a algún tramo de cemento rayado, para finalmente convertirse en pista de tierra. En general el firme está bien para rodar, salvo algún tramo en su parte final con alguna piedrecilla de más.

Nos esperan, según segmento strava, 13,25 kms hasta el Refugio de Lavasar a 1928 m de altitud, con una pediente media de 6,8 siendo los % más altos en la parte final y existiendo a mitad aproximadamente un ligero descenso por el Barranco del Gallinés que va muy bien para recuperar algo de oxígeno.

 


Entre pinos negros, a medida que ascendemos, vamos ganando en panorámicas que auguran un buen destino.

 




  

Tras 1 hora 21’ y 42” sin parar y a ritmo constante, alcanzo el refugio, desde donde se ve el macizo de Monte Perdido.




Para acceder al ibón, a 1910 m de altitud,  hay que tomar una senda de 1,5 kms que parte del refugio, a la izquierda y por la parte de atrás, siendo el primer tramo rocoso y al menos para mi difícil de rodar y la segunda, más asequible y ciclable.

En verano presenta menor cantidad de agua y pierde un poco de espectacularidad, pero aún así, la estampa del ibón merece mucho la pena, rodeado por la Peña Mediodía (2427 m), de las Once (2650 m), de las Diez (2559 m), Punta Alta (2716 m), Picollosa (2698 m), Ribereta (2677 m), Peña la Una (2681 m) y Punta Litás (2612 m).

 




Pude disfrutar de un rato de tranquilidad y silencio en este entorno, sin nadie a la vista, mientras hacía fotos y comía algo. Y aunque en toda la etapa, sobre todo al llegar, tuve presente que por Covid, de mi madre primero y seguido de mi padre, que me iba a acompañar, no lo pudo hacer y queda pendiente.  ¿En primavera?


La vuelta se puede hacer por una senda que parte desde el refugio, GR11, aunque yo volví por la pista, para evitar complicaciones.

 


 

Ruta muy recomendable, sin complicaciones técnicas. A tener en cuenta cierto grado de forma y entrenamiento por la subida a realizar.

Y si subes al ibon como dice la leyenda, en la noche de San Juan y te lavas la cara en sus aguas heladas y azules antes de la salida del sol, verás que el agua se empieza a mover. Al principio despacio y, poco a poco, más aprisa, formando un remolino vertiginoso. Y en el mismo instante en que aparece el primer rayo de sol por Armeña se levanta lentamente del centro una forma brillante. Y cuando el sol se ha extendido por todo el azul de la Basa, esa forma brillante se transforma en una hermosa mujer. Al momento comienza una danza mágica, armoniosa, que embelesa. Se desliza tan ligera como el aire. Dicen que es el alma de una Princesa Mora que se perdió entre las montañas del Valle huyendo de una Guerra. Pero solo los que tienen unos ojos y un corazón puros pueden ver a la Princesa Mora de las cumbres, solo quienes tienen la mirada limpia pueden llegar a ver toda la belleza que el ibón esconde…

 

  

Nos vemos en los caminos