jueves, 24 de mayo de 2018

Torrecilla de Valmadrid- Fuendetodos- Jaulín

Hacía tiempo que quería llegar a Fuendetodos, y el pasado 17 de abril lo conseguí. Desde Valdespartera, como es habitual, me encaminé por el CR-41 hasta Torrecilla de Valmadrid; desde allí tras dejar atrás Torrecilla por la carretera que va dirección al municipio de Valmadrid, a unos 300 metros a la derecha, tomé la pista del Barranco de Torrecilla.
Antes de acceder a la meseta de la Plana, hay que dar cuenta de un par de rampas con buen desnivel.
Ya en la planicie enlacé con el camino Senderos de Goya, Zaragoza - Fuendetodos y seguí las indicaciones, dando pedales a través de pedregosos caminos, bordeados por cultivos de cereal. Llegué al único punto conflictivo para mí, por las dudas que se me plantearon al ser la primera vez que recorría la conocida
Senda de la Vereda de San Roque, 1’7 kms de senda trialera entre el bosque, donde hay carteles que indican los ejemplares de árboles presentes. Tras superar esta senda, tomé otra pista con alguna subida y bajada y llegué a Fuendetodos, a 750 m de altitud.





Tras la visita de rigor a la casa natal de Goya, a través de la A-220 dirección Cariñena me desvíe a la Nevera de Culroya







De regreso, continué bajando unos kilómetros por la carretera hasta que tomé una pista a la derecha para ir acercándome a Jaulín. Una vez pasado el municipio, recorrí un tramo en descenso por la A-2101 hasta dejarla por otra pista hacia la derecha, dirección a Botorrita y el Paso de los Carros.



Finalmente unos 94 kms con 1400 m de desnivel. En 4 horas y 45 minutos en movimiento, algo más en total con las paradas.



Ruta recomendable, dinámica, larga en kilómetros pero entretenida, alternando diversos paisajes y accediendo a enclaves característicos de esta zona de Aragón.

Podéis descargar el track de la ruta a través de wikiloc, clic aquí.

Nos vemos en los caminos

sábado, 19 de mayo de 2018

Ciclista casi es atropellado en Balaguer (Lleida)



Un adelantamiento temerario puso en riesgo la vida de un ciclista que entrenaba este miércoles en la carretera de Balaguer (Lleida). Mientras pedaleaba junto al arcén, como dicta la normativa, un automóvil adelantó a gran velocidad la bicicleta justo antes de tomar una salida lateral de la vía.
En lugar de respectar la distancia mínima obligatoria de 1,5 metros entre los dos vehículos, el conductor pasó a escasos milímetros del ciclista. La inercia le zarandeó momentáneamente, por suerte sin llegar a perder el equilibrio, lo que podría haberle hecho caer a la calzada o ser atropellado por otros vehículos que circulaban por la vía. El adelantamiento no era siquiera conveniente para el infractor, que debía haber reducido su velocidad para tomar la salida. 
Por suerte, el ciclista contaba con una cámara personal para grabar la sesión de entreno y la violenta maniobra quedó perfectamente registrada. El turismo, de color gris, se aprecia con claridad y puede leerse incluso su matrícula.
Un amigo del ciclista colgó en su perfil de Twitter el adelantamiento y explicó que presentaría denuncia a los Mossos d’Esquadra para que hallen al culpable. “Espero que lo encuentren y que no quede en un advertimiento”, deseaba su compañero. “Luego los ciclistas tenemos siempre la culpa”, protestaba.

Según un escueto texto publicado el viernes 18 en la página web de Telecinco, se afirma que el conductor del coche es un anciano de 85 años que, tras la maniobra, paró el coche unos metros más adelante, declarando que no había visto al ciclista. Sin embargo aún no hay confirmación oficial.

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En cualquier caso yo me pregunto para cuando un límite de edad para que un conductor pueda conducir, no es normal que a los ochenta y tantos años se sigan renovando los carnets. A determinada edad los reflejos seguro que están disminuidos. ¿No creéis?

Nos vemos en los caminos




lunes, 14 de mayo de 2018

De animales en ruta VII



13 -El conejo común o europeo (Oryctolaguscuniculus) es una especie de mamífero lagomorfo de la familia Leporidae, y el único miembro actual del género Oryctolagus. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo​  de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.



Tiene orejas largas de hasta 7 cm las cuales le ayudan a regular la temperatura del cuerpo y una cola muy corta.
Los dientes de un conejo, particularmente sus incisivos, crecen sin cesar. El conejo debe constantemente desgastar sus dientes con el fin de evitar que se vuelvan demasiado largos (lo que podría por otro lado herirle).
La abundancia de la especie, se basa, además de en su capacidad reproductora, en su condición de fitófago con doble digestión, asemejándose a los rumiantes. En efecto, el conejo practica la cecotrofia, de modo que las heces blandas (cecotrofos), ricas en bacterias y proteínas, son reingeridas para un segundo tránsito digestivo. 
El entorno de Zaragoza está plagado de ellos, cruzando los caminos de lado a lado. El de la foto de arriba, en el Parque de Plaza.


14- Gallineta común o polla de agua (Gallinulachloropus)



Habita y se reproduce en ambientes de marisma y ríos y lagos con abundante vegetación.
Suelen ser asustadizas.
Cuando están amenazados los polluelos pequeños pueden subirse a la espalda de los adultos que volarán acarreándolos hasta ponerse a salvo.
El ejemplar de la foto estaba en los Lagos de la Penélope, Valdespartera.




 

lunes, 7 de mayo de 2018

Mi primera maratón Orbea Monegros




El pasado 28 de abril completé mi primera maratón de la Orbea Monegros, la cual alcanzaba su 18ª edición.




117’7 kms y 1149 metros de desnivel pedaleando por un terreno rodador, pistero, alternando zonas de huerta, secano y sierra y recorriendo Jubierre, en cuyo valle, el valle de la Muerte, los tozales Solitario, Colasico y de la Cobeta forman caprichosas siluetas de piedra y lodo que convierten este paraje en una geografía única.



La climatología con la lluvia de los días precedentes nos tuvo en vilo a todos los participantes, amenazando incluso la previsión del día de la prueba con más lluvia. Finalmente, no hizo acto de presencia, sí algo de viento, más notorio en los últimos 20 kilómetros. Además en el primer tercio de la etapa, hubo que sortear o cruzar alguna zona de barro y charcos, restos de la semana y del día anterior. Como anécdota en uno de estos charcos, el grupo que me precedía empezó a pararse y un vasco con su acento, se puso a gritar de buen rollo, que si ahora íbamos a tener miedo al barro, jeje. Yo decidí pasar por el medio de uno de dichos charcos y a partir de ahí, ya sucio, no me importó hacerlo un poco más.




Aunque inicié la etapa con dos compañeros, Javi y Víctor, no tardé en proseguir en solitario, ellos se lo tomarían con algo más de calma. Salimos desde el cajón de Towcar, es decir por detrás de los VIP’s, encabezados por Aleix Espargaró, motociclista pero gran aficionado a la bici y en gran forma, tanto que acabó 10º, y detrás del cajón de Orbea. No estábamos situados mal del todo.



En la primera subida importante, la mayor del día, la que subía al Alto de Piedrafita, se notaba la aglomeración de corredores y por causas ajenas me vi obligado a poner el pie en un par de ocasiones.
En esta parte de la aventura, aún adelantaba a más gente en proporción que los que lo hacían a mí. Iban pasando los kilómetros y aunque siempre rodeado por otros bikers, había más espacios que al principio, me sorprendió gratamente. 



No fue hasta el avituallamiento del kilómetro 90 cuando paré brevemente, un trozo sandía, unos frutos secos, un powerade... y no mucho más, y a seguir. 

A partir de aquí, empecé a notar el lastre de los kilómetros, algo de viento en contra que al menos a mí me complicó las pedaladas y así fue como ahora en este tramo me adelantaron más que lo hacía yo. 



En mi mente, conseguir llegar antes de 5 horas, para conseguir el diploma de oro. Iba al límite de mis fuerzas, los pequeños repechos ya se me hacían un mundo, calambres por medio, y no pudo ser. Y eso que a falta de 10 kilómetros tomé mi cuarto gel buscando esa energía extra. Al final me sobraron 56 malditos segundos. Paré mi crono en 5 horas 56 segundos, con una media de prácticamente 24 km/h, lejos de las de los ganadores a 31-32 km/h, qué locos, jeje.



Es la única espinita que guardo, excusa para volver otro año.

Para más información, visitar la web de la carrera haciendo clic aquí.

Nos vemos en los caminos

jueves, 3 de mayo de 2018

Queremos acabar



Queremos acabar
Nuestro reto es acabar
Demostrarnos que sencillamente somos capaces
Imaginarnos  todo lo que nos puede pasar: averías, incidencias, problemas físicos…
Y en todo momento estamos seguros de que vamos hasta el final
Y cuando llega el momento, cuando llega el día marcado y la naturaleza se revuelve, se vuelve violenta y declara la guerra a tus sueños, dudas.
Y es cómo reaccionas a las dudas, cómo tomas la decisión de tumbarlas, cómo eres capaz de acercarte hasta el límite y no dejarte nada dentro, cómo sonríes al destino porque sabes que pase lo pase has dado todo lo que había en ti, lo que marca la diferencia entre quienes buscan excusas para rendirse y quienes brindarán con sus copas llenas de orgullo, valor y fortaleza.


- Fragmento de una entrada que añadió y narró en uno de los vídeos de la Orbea Monegros el ciclista y youtuber Cabri. Podéis visitar su canal haciendo clic aquí.