martes, 23 de julio de 2019

Vetusta Morla y el Tour de Francia

En estos días de verano con temperaturas de 40º, días de Tour y siesta, aprovecho para añadir a este espacio de bicis, pero como digo yo, no sólo, una canción que un grupo que me gusta dedica a su manera a esta carrera. A falta de foto de alguno de sus integrantes montado en una, bueno será un poco de música.


miércoles, 3 de julio de 2019

Laguna Salada de Mediana




Le toca el turno a la Salada de Mediana de Aragón, situada a 26 kms del centro de Zaragoza y a 5 de Mediana. A 350 m de altitud en el fondo de una suave depresión, en el paraje conocido como Monte Litigio. Se trata de una laguna de tipo endorreico, ya que se encuentra en el fondo de una cuenca aislada, nutriéndose tanto de escorrentías como de aguas subterráneas. Es de carácter estacional, es decir, sólo contiene agua en determinadas épocas favorables del año (la he visitado en cuatro ocasiones y en ninguna con agua). Los suelos yesosos y el carácter endorreico hacen que sus aguas sean de alto contenido en sales. En los meses más secos, solo una costra de sal cubre el fondo de la laguna.






La ida la hago dirigiéndome a las esclusas de Valdegurriana en Torrero, bordeo desde allí el canal imperial hacia el Burgo de Ebro y me desvío por el camino de Valdevares hasta llegar a la Laguna. La vuelta, hacia Torrecilla y posteriormente, por el CR-41 hasta la Balsa El Royo.

Desde mi casa, 69 kms, unos 800 metros de desnivel. (Y calor de más de 30º el día del track, 25 de junio, la fuente de Torrecilla me sirvió de ducha fresca).



Ruta sin complicaciones técnicas, pistera del todo, sin demasiado desnivel y tan solo a tener en cuenta la época del año en que se realice, por las condiciones meteorológicas, el viento, calor que la puede complicar.

Para los seguidores del strava, añado un segmento, siempre de subida como es habitual en mí:
- Rampa de la Salada: 1,3 kms al 5,2 % de desnivel,  KOM en 3'03" (cuando vienes de Valdevares, se gira a la izquierda y se sube a la "meseta" donde se encuentra la laguna...)
  

Para descargar la ruta clic aq.









La explotación de las sales de la laguna data, al menos, del año 1859, momento en que un vecino de Zaragoza registró la mina denominada "La Sulfúrica" para extracción de sulfato de sosa. Ya entonces se aprovechaban las aguas salobres de la laguna y las de varios pozos. Por evaporación del agua se obtenían las sales, en este caso el sulfato de sosa.

En el año 1895 también obtuvo otra concesión una empresa francesa cuyos representantes aquí eran varios empresarios catalanes, iniciándose una cierta rivalidad entre las dos empresas que obtenían sales.En esa época, el agua y las sales de Mediana conocen una gran expansión y reciben la medalla de oro en la exposición de París de 1900 y 1906.

En 1918 aparece en escena un nuevo empresario catalán para registrar varias explotaciones, aumentándose los conflictos, lo que da idea del interés y rentabilidad que despertaban las aguas de la salada. El aprovechamiento de las aguas del acuífero de la laguna se realiza mediante pozos que interceptaban el acuífero que nutre la laguna. El agua extraída se embotellaba y se exportaba a Barcelona en garrafas de 60 o 70 litros. Allí era reenvasada en recipientes menores  de 1 litro y exportada a Francia e Inglaterra.Para obtener las sales, en cambio, el proceso era más laborioso. El agua salobre extraída de los pozos era canalizada a unos recipientes de mármol, después de madera, donde a lo largo de 10 a 20 días, se evaporaba el agua de forma natural y se precipitaban las sales. Estas eran envasadas en sacos de 20 a 25 Kg. para ser transportadas a El Burgo de Ebro para ser enviadas a Barcelona. 

Encarna y Bernardo, un matrimonio de Rodén, fueron los primeros en aprender el oficio de obtener las sales de las aguas del "Pozo de Mediana". En 1932 llega Jesús, de Pleitas de Jalón, que, junto a su familia, se hacen cargo del trabajo. Fue durante estos años cuando se construyó el almacén y unos corrales para los animales.
Hoy en día todavía recuerda aquellos años uno de sus hijos, Jesús "El saladero", y como en 1946 construyó un horno en el cual cocía de una sola vez veinte panes de kilo.

Cuando la explotación de las aguas y sales de Mediana de Aragón llegó a su fin, Jesús "El Saladero" siguió trabajando para empresa hasta los años sesenta como guarda de las fincas que la sociedad tenía en el lugar.
Las aguas de Mediana son salobres, muy mineralizadas, siendo ricas en sulfato, sodio, litio y magnesio, elementos aportados por las rocas del terreno. Los informes médicos de la época emparentaban a las aguas de Mediana con la de manantiales de Carabaña, Loeches y Rubinat.

El uso minero medicinal de las aguas  y sales de Mediana se debe a sus efectos benéficos sobre el riñón (diuréticos) o el intestino (laxantes), o bien por la acción purgante, dependiendo todo ello de la dosis. No obstante, la propaganda de la época las hacía útiles también contra numerosas afecciones de la piel, contra el reumatismo o las anunciaba como indispensables para la higiene íntima de mujer.

Para la explotación de las aguas, D. Gustavo Bofill, pensó en la construcción de un balneario. El 5 de abril de 1898 el Real Consejo de Sanidad emitió un informe manifestando la existencia de muchas dificultades para emplazar el balneario a más de 6 Km. de la emergencia de las aguas. Algunos de los miembros del Consejo opinaban que la localidad tenía malas condiciones por su clima riguroso, falta de vegetación y caminos y medios de transporte, entendiendo que no existían condiciones para emplazar un balneario donde pudieran los enfermos utilizar las aguas.