lunes, 15 de abril de 2019

TROTAMONS 2019



El pasado 6 de abril tuvo lugar una nueva edición de la Trotamons, la XVI, siendo para mí la primera participación. 



La semana comenzaba convulsa en lo meteorológico, tras unos 2 meses sin caer una gota de lluvia, las precipitaciones llegaron. El pronóstico hacía temer lo peor, de hecho la tarde noche anterior estuvo lloviendo con cierta intensidad. Por suerte la mañana amaneció con sol, nubes y cierzo y los caminos transitados permitieron rodar a la perfección.



Alrededor de unos 1200 participantes esperábamos, en un buen ambiente de ciclismo, junto al pabellón de Sotet de Fraga, para iniciar a las 12:30 h los 107 kms y 1100 metros de desnivel positivo. 



La ruta discurre por los términos municipales de Fraga, Torrente de Cinca, Candasnos, Ballobar y Velilla de Cinca, por caminos y pistas anchas, salvo un pequeño tramo de senda, donde la dificultad radica en los kilómetros y no en su parte técnica. Tan sólo destacar, como punto a extremar las precauciones, el vertiginoso descenso de la conocida Cuesta del Dragón, a partir del km 17. Ésta viene después de la ascensión de la Magdalena, rampa sobre asfalto con pendientes del 11%. Previamente se supera otra ascensión, la del Perdigano, a la salida de Fraga, con el grupo sin haberse estirado del todo. 

 

5 avituallamientos se reparten a lo largo del recorrido. En esta ocasión me vi obligado a parar en el tercero, el del km 63 en Candasnos, por problemas con la cadena. Sobre el km 50 en pleno descenso se salió, girándose por dos puntos y haciéndome perder tiempo para recolocarla, además de perder el ritmo y el contacto con el grupo en el que me encontraba. Como me seguía dando saltos paré en el avituallamiento y caí en la cuenta de que el problema podía ser el tensor de la misma. Parece que dio resultado, pues mejoró notablemente. También paré en el cuarto avituallamiento, ya que mis piernas flaqueaban y necesitaba algo de coca cola, golosinas y fruta fresca.



A partir del último avituallamiento, el de Velilla de Cinca, cuando parece que está todo hecho llega el dichoso tramo conocido como el Muro, unos cuántos kilómetros paralelos al río Cinca, pedregosos, pestosos cuando ya llevas 100 kilómetros en las piernas.

Participaron los vigentes campeones del mundo y subcampeones paralímpicos, Joan Font e Ignacio Ávila, en tándem, llegando los primeros en 3 horas 30 minutos y 58 segundos, aunque el ganador real, descontando esta modalidad de tándem, fue el zaragozano Javier Pina, que entró a unos 4 minutos ganando al sprint a Juan Luciano y a Guillem Muñoz.
En la categoría femenina repitió la belga VeerleCleiren, que ya ganó el año pasado, con un tiempo de 4 horas 9 minutos y 27 segundos, aventajando en más de media hora a la segunda clasificada, Iolanda López (curiosamente fue quien me precedió en la llegada a meta) y a Ingrid Doladé.



Personalmente creo que fui de más a menos, comencé fuerte, quizá por encima de mis posibilidades para mantener el ritmo toda la prueba, más aún cuando el cierzo que estuvo presente y no me beneficia en nada, hizo mella en mis piernas obligándome en el último tercio, a bajar mucho el ritmo por los calambres que aparecieron y amenazaban con impedirme llegar a meta. En definitiva 4 horas y 40 minutos después completé la Trotamons, a una media cercana a 24 km/hora.








Dar la enhorabuena a la organización, por la perfecta señalización del recorrido, a los voluntarios por sus ánimos y buen hacer y a los fotógrafos por la calidad y número de fotos realizadas (de ellos son las fotos aquí añadidas).

Web de la carrera, con toda la información y los enlaces a material fotográfico, clic aquí.



Hasta la próxima.
Nos vemos en los caminos.