lunes, 28 de octubre de 2019

Layana - Santuario de Monlora



El pasado 21 de julio, desde Layana, en una ruta lineal ida y vuelta, subí al Santuario de Monlora. 
Como puntos intermedios: Biota, el embalse de San Bartolomé, Rivas y Luna.
108 kms, alrededor de 800 m de desnivel positivo y algo más de 5 horas en movimiento.

 

El embalse o pantano de San Bartolomé de Ejea de los Caballeros es una antigua balsa de origen endorreico transformada en un pantano de grandes proporciones en 1879, derivando sus aguas del río Arba de Luesia. Consta de unos 304 m de longitud y cuenta con pequeñas playas, zonas de baño, embarcadero para embarcaciones de recreo, y un área de descanso con bar y merendero. Es un lugar de descanso e invernada para un buen número de aves acuáticas. 






La ruta discurría según lo previsto, alternando pistas con algún trozo de asfalto, pero cuando me aproximé a Rivas, justo en una especie de terrenos, chalets, antes del municipio, a un lado del camino un perro con pocas ganas de hacer amigos, me empezó a ladrar al ver que me aproximaba; la adrenalina se disparó en mí, el miedo también, cuando a pesar de mi aceleración comprobé que me seguía. Menos mal que segundos después se paró porque ya estaba preparado con una pierna para darle patadas o algo así. No me importa ir solo, confío en mis fuerzas, en los gps, en la preparación previa de la ruta… pero los perros sueltos me dan algo de pánico. (Esto me hizo buscar alternativa para la vuelta y no volver a pasar por ahí).

Con el susto aún en el cuerpo continué el camino hasta que distinguí la silueta de la montaña donde se sitúa el santuario. Poco antes de Luna, comienza un terreno de subida, que sumado a los kms recorridos, va calentando y poniendo a tono la musculatura.




Pasado un puente románico de Luna, se inicia la ascensión asfaltada a Monlora.


Desde allí, a 650 m de altitud, las vistas del entorno son espectaculares, si bien me coincidió con algo de neblina en el horizonte, se puede apreciar los pueblos de Luna y Erla a la perfección, el Moncayo y los Pirineos, los llanos de la comarca de las Cinco Villas e incluso los Mallos de Riglos y el embalse de la Sotonera. Es por ello conocido como la Atalaya de las Cinco Villas.

Monlora representa un sitio de gran fervor religiosos, ya que según la tradición, un 21 de febrero de hace más de 800 años, la Virgen se apareció sobre una carrasca a un pastor.










El edificio fue construido en el 1500, remodelado y modificado posteriormente en el 1762. Desde su construcción fue habitado por franciscanos hasta 1837.
Durante los años noventa fue morada de los Monjes de la Fraternidad Monástica de San Benito que residieron en el Monasterio desde 1.992 a 1.999 y que colaboraron con la hermandad de Ntra. Sra. de Monlora en la restauración  y remodelación del monasterio, por lo que ahora podemos verlo y disfrutarlo en muy buen estado.
Desde septiembre de 2.002 a diciembre de 2.006 vivieron en Monlora una comunidad de monjas clarisas con el nombre de Hermanas Pobres de Santa Clara.
Este verano abrió un restaurante para intentar revitalizar la zona.

Para los más competitivos y seguidores del strava hay un segmento de subida al Santuario, de casi 4 kms, que se inicia al poco de cruzar el puente romano de Luna, con una pendiente media del 5,2 %. Suelen hacer todos los años una cicloturista, la Subida a Monlora, con bicis de carretera.

En definitiva una ruta recomendable 100%

Para descargar la ruta, desde mi wikiloc clic aquí

Nos vemos en los caminos.